Paraguay
Por qué la nueva ola de migrantes alemanes en Paraguay genera
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Cuando recorres las llamadas Colonias Unidas, en el sur de Paraguay, rápidamente te das cuenta de que algo está cambiando.
En varios terrenos descansan contenedores con las pertenencias de los que esperan iniciar una nueva vida. En otros, ya se están construyendo lo que serán esos nuevos hogares.
Es la más clara evidencia de la nueva ola de inmigrantes europeos que está recibiendo esta zona, situada junto al río Paraná, en la que viven unas 45.000 personas divididas en tres municipalidades: Honenau, Obligado y Bella Vista.
La gente del lugar cuenta que esta oleada empezó hace unos tres años. Sin embargo, ha sido en los últimos meses cuando se ha registrado un salto notorio.
La mayoría de los que llegan viene de Alemania, pero hay también austríacos y rusos.
Fi Mundo por la Dirección General de Migraciones de Paraguay, entre junio de 2021 y febrero de 2022 se expidieron 1.324 residencias a ciudadanos alemanes, siendo la segunda nacionalidad con mayor cantidad de radicados en ese período, solo detrás de Brasil.
Pero otras fuentes nos dijeron que desde el pasado mes junio hasta febrero de este año otros miles de alemanes llegaron para radicarse en este país sudamericano.
Aunque también se han instalado en otras partes del país, buena parte de los nuevos inmigrantes eligen establecerse en las Colonias Unidas. Y no es difícil entender por qué.
Las Colonias Unidas fueron fundadas por colonos de origen alemán cuando Wilhem (Guillermo) Closs, un descendiente de alemanes nacido en Brasil, y otro puñado de familias germanas establecieron la primera de ellas, Hohenau, en 1900.
Fuente de la imagen, Centro Cultural Edwin Krug.
Desde entonces, tanto la cultura como el idioma alemanes han seguido presentes: hay escuelas alemanas, iglesias luteranas y evangélicas alemanas y muchos de los residentes hablan alemán.
En la puerta de entrada de Obligado se puede leer un cartel que dice «Fuhl dich wie zu hause» (Siéntase como en casa) y en Bella Vista el tradicional bienvenido en español está acompañado de un «Willkommen» (Bienvenidos).
«Tenemos un gran número de descendientes de europeos y creo que esta nueva ola de inmigrantes se debe a que se sienten cómodos aquí, la gente los trata bien, de forma amable, y pueden hablar cómodamente alemán, se sienten en casa», le cuenta a BBC Mundo Enrique Hahn, intendente de Hohenau, y también descendiente de alemanes.
Antes de las Colonias Unidas, en Paraguay ya existían otras colonias alemanas como las de San Bernardino y Nueva Germania, fundada por la hermana del filósofo Friedrich Nietzche, Elisabeth Nietzsche, y su esposo, Bernhard Förster, como un intento de crear una comunidad de raza aria fuera de Alemania.
Los primeros que llegaron buscaban nuevas tierras para trabajar y oportunidades en un país que intentaba recuperarse de la devastadora Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) con una política abierta a la inmigración.
En las Colonias Unidas hay centros socioculturales alemanes como este.
Desde su fundación, las tres «colonias» han recibido un flujo regular de inmigrantes desde Europa, particularmente durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
Primero a aquellos que huían de la inestabilidad y la violencia y, tras la derrota de la Alemania nacionalsocialista, a algunos miembros o simpatizantes del partido nazi.
Conocido como el «Ángel de la Muerte», el que había sido médico de Auschwitz estuvo durante un tiempo viviendo escondido en Hohenau, cuando era uno de los criminales de guerra más buscados del mundo.
No es algo de lo que aquí se hable abiertamente. No ocurre lo mismo, en cambio, con la llegada de los nuevos inmigrantes.
«Nos interesa mucho que vengan porque traen tecnología, progreso y desarrollo y la gente de aquí está muy agradecida por ese progreso que tuvimos con la venida de inmigrantes europeos», destaca el intendente.
Esta es una de las zonas más fértiles del país, donde han prosperado plantas agroindustriales dedicadas a la soja y la yerba mate.
Vista aérea de Colonias Unidas.
Sin embargo, muchos de los migrantes del siglo XXI no parecen llegar motivados por razones económicas.
«La gota que colmó el vaso».
La familia Hausen, compuesta por Stephan, Theresa y la pequeña Ella, de 2 años, dejaron su casa en Nuremberg en noviembre y ahora nos reciben en su nuevo hogar en las Colonias Unidas.
«Durante años, la política en Alemania ha ido en una direcciónúnica, y solo se nos ha permitido pensar en la dirección que el gobierno nos indica», le dice a BBC Mundo Theresa, quien es fisioterapeuta.
«Creo que hay mucho que decir… desde la educación en las escuelas, lo que nuestros hijos aprenden, hasta lo que ocurre con nuestra salud, estos son los dos principales problemas. ¡Se nos dice explícitamente qué hacer!», resalta enfática.
Los Hausen en su casa en Paraguay.
Pero para ellos el verdadero punto de inflexión fue la pandemia de coronavirus y lo que consideran un mal manejo de la situación por parte del gobierno alemán.
«Nosotros inicialmente apoyamos las medidas contra el covid», indica Stephan, quien espera continuar su profesión de carpintero en Paraguay.
«Pero las continuas restricciones nos dejaron sin ideas. Ese fue el momento en que nos preguntamos a dónde nos estaban llevando estos confinamientos», añade.
«Habíamos decidido irnos mucho antes, pero esta fue la gota que colmó el vaso».
Al igual que los Hausen, muchos de los alemanes que llegaron en los últimos meses a Paraguay creen que en su país no hay libertad para tomar decisiones propias y se refieren, en particular, a la campaña de vacunación.
Theresa y Stephan afirman estar vacunados, pero el profesor y montador de películas Florentin Stemmer, quien llegó en diciembre a Hohenau, no lo está.
Stemmer opina que la decisión de vacunarse debe ser personal y no del gobierno, y dice que la covid ha dividido a Alemania.
«Lo perdimos todo por la decisión de no vacunarnos», sentencia.
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